
Consejos para confeccionar la lista de la compra
Hacer la compra es parte de tu vida y organizarte es importante porque no comprarás nada innecesario y porque planificarás bien la alimentación semanal a la vez que ganas tiempo.
Para comenzar, coge lápiz y papel o utiliza una app [myShopi, liShop, ListOn Free, Out of milk, Buy Me a Pie!, Listonic, etc.]
Lo primero que te propongo antes de que salgas de casa, es que realices un menú semanal que te ayudará a confeccionar la lista de la compra. La elaboración de este menú te dará más satisfacciones, entre ellas:
- El abaratamiento del total de la compra.
- La adquisición de lo necesario.
- Controlar tu alimentación ya que eres consciente de lo que compras
- Ahorro de tiempo.
Si tienes hijos que comen en el comedor escolar, échale un vistazo a su menú para complementar las cenas y así equilibras su ingesta diaria. En este menú que confeccionarás, primaran los alimentos frescos frente a los procesados y los de temporada. Y como bebida agua, y como postre fruta o yogur natural sin azúcar.
En segundo lugar, una vez que hayas diseñado tu menú semanal, mira lo que tienes en el frigorífico, congelador, despensa y armaritos de cocina para no duplicar compra. Normalmente en el congelador tienes carne, pescado y fiambreras de guisos. Tenlos en cuenta para no comprar doble y evitar tirar comida innecesariamente. Este inventario te servirá para el diseño de tu lista de la compra.
Y en tercer lugar, no olvides llevar tus bolsas o el carro de la compra. Cuidar el medio ambiente es cosa de todos.
Antes de ponerte en camino, no estaría de más sumarte al carro de las tres “R”:
- Reduce la compra a lo necesario.
- Reutiliza lo que se pueda (por ejemplo bolsas, raspas de los pescados para hacer caldos, aceite para hacer jabón…)
- Recicla separando residuos y hazlo correctamente.
Una vez que hayas diseñado tú menú semanal y realizado la lista de la compra, te recomiendo en el supermercado:
Compra sólo lo que necesites, y evita sucumbir a campañas publicitarias de productos insanos, a no ser que sean de plátanos de Canarias o de naranjas de Palma del Río.
Elige productos de temporada, tienen mejor precio, mayor frescura y sabor.
Elige la fruta por unidades, no por kilos.
Cambia los cereales refinados por integrales (arroz integral, copos de avena, harinas integrales…)
Mira bien el precio total del kilo de algún producto procesado o congelado, y luego compáralo con el valor que tiene fresco. Te sorprenderás de la diferencia que hay entre ambos.
Si el chocolate es tu pasión, elige el negro mínimo 70% para empezar y el 80% para continuar educando el paladar.
Evita comprar alimentos procesados como fideos, arroz, sopas, galletas, magdalenas, cereales azucarados, precocinados congelados etc.
Intenta ir solo y después de comer, o sin apetito para que no te domine el hambre hedónica y sucumbas a la comida hiperpalatable.
Márcate un presupuesto y cíñete al mismo.
Muchas decisiones de compra ocurren en los pasillos así que te propongo un juego: cronometra el tiempo que vas a emplear para hacer la compra. Plantea un tiempo máximo de duración de tu estancia en el supermercado y después lo cronometras. Elude los pasillos que no están en tu recorrido, o imagina que los productos no necesarios son bultos borrosos que están censurados. Si tienes que ir con niños hazlos partícipes del juego de la compra, serán los primeros en cumplir el objetivo marcado. Te recomiendo repartir las tareas del juego, uno lleva el carro, otro la lista de la compra, otro va cogiendo productos, otro cronometra etc.
Compara precios entre el mismo producto y diferentes establecimientos, ahorrarás bastante a lo largo del año.
Y en definitiva, elabora tu lista de la compra con cabeza y sin hambre.
“Compra solamente lo necesario, no lo conveniente lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro”
Vanesa Cortés
Dietista y Nutricionista en Córdoba