El ruido, las promesas y la realidad
Cada vez más personas llegan a mi consulta diciendo: “Vi un programa que prometía curar el SIBO con un tratamiento cerrado… pero sigo igual o peor”.El problema no es que busquen una solución. Eso es natural. Lo preocupante es que alguien les vendió una promesa, no un tratamiento.Hoy quiero hablarte con claridad: esto no va de vender paquetes. Va de cuidar personas.Qué es el SIBO (de verdad)
El SIBO no es una moda. No es una etiqueta para justificar todos los problemas digestivos.
Es una condición compleja, multifactorial, que requiere:
Análisis clínicos fiables.
Interpretación profesional.
Un abordaje personalizado y progresivo.
No existen dos SIBOs iguales. Por eso, no debería haber un solo tratamiento estándar para todos.
Además, hay que tener en cuenta que muchas veces las pruebas de aliento pueden arrojar falsos positivos, y que el diagnóstico definitivo no corresponde al nutricionista, sino al especialista digestivo. Como nutricionista, ni puedo ni debo indicarte que te hagas un test en casa sin un criterio clínico que lo justifique.
Detrás del SIBO suele haber causas profundas: infecciones previas, celiquía sin diagnosticar, sobrecrecimiento de hongos, alteraciones estructurales, disfunción del eje intestino-cerebro… Si no se trata el origen, el problema vuelve. Es, muchas veces, la pescadilla que se muerde la cola.
Por qué no vendo programas cerrados
Podría crear un “método Vanesa”, con sus fases, su precio y una landing llamativa. Sería rápido, escalable, vendible.
Pero no sería honesto. No contigo. Ni con mi profesión.
Prefiero dedicar tiempo a conocerte, a entender tu historia clínica, tus síntomas, tu realidad emocional. Y desde ahí, ayudarte de verdad.
Lo que sí te ofrezco
Una consulta rigurosa y cercana.
Un plan nutricional adaptado a ti, no a una plantilla.
Acompañamiento real, sin atajos.
Un espacio donde puedas entender lo que te pasa sin sentirte culpable ni invisible.
Mi enfoque profesional y ético para tratar el SIBO
Cuando acompaño a una persona con SIBO, lo hago desde un proceso estructurado pero absolutamente individualizado. Estos son los pilares de mi metodología:
1. Evaluación clínica personalizada
Comenzamos con una historia clínica profunda y una recogida de síntomas detallada. Si ya tienes pruebas (test de aliento, analíticas), las revisamos juntas. Si no, valoramos la necesidad de solicitarlas. Nunca trabajo a ciegas ni me limito a «etiquetar» sin entender el contexto.
2. Diagnóstico diferencial
Muchos síntomas del SIBO se solapan con otras condiciones digestivas (disbiosis, SII, intolerancias alimentarias). Por eso, parte de mi trabajo es ayudar a aclarar si realmente estamos ante un SIBO o no. La etiqueta no es el objetivo, el bienestar sí.
Siempre recomiendo que el diagnóstico lo realice un especialista digestivo con experiencia en patologías funcionales. Y si detecto que el origen de los síntomas no es abordable desde la nutrición, derivo con total responsabilidad.
3. Abordaje nutricional adaptado
Trabajo con planes nutricionales progresivos, realistas, sostenibles y ajustados a cada fase del proceso. No aplico dietas estrictas sin justificación clínica. Y no utilizo plantillas estándar: lo que te recomiendo está pensado para ti, no para vender más rápido.
4. Educación y acompañamiento continuo
No se trata solo de «qué comer». Se trata de que entiendas por qué, para qué y hasta cuándo. Me gusta que mis pacientes aprendan a tomar decisiones, a identificar señales de mejora, y a salir del miedo a la comida.
5. Ética, evidencia y escucha activa
Mi práctica se basa en evidencia científica, pero también en la escucha atenta y compasiva. No trabajo con urgencias irreales ni con falsas promesas. Trabajo con procesos honestos. Si necesitas más de un ciclo de tratamiento, te lo explicaré. Si no puedo ayudarte, te lo diré. Si necesitas otros profesionales, te los recomendaré.
Un mensaje para quienes nos dedicamos a esto
Esta profesión está llena de grandes profesionales. Pero también necesita voz.
Necesita que dejemos de competir con promesas vacías y empecemos a cuidar la forma en la que comunicamos salud.
No todo vale. Y no podemos permitir que la nutrición se convierta en un producto de consumo rápido.
Si este mensaje resuena contigo
Si estás leyendo esto porque te han prometido curas exprés y te has sentido decepcionada… Si llevas tiempo buscando respuestas y solo encuentras confusión… Si sientes que nadie escucha lo que de verdad te pasa…
Aquí estoy.
No te prometo milagros. Pero sí te prometo escucha, criterio y un acompañamiento real, desde la profesionalidad y la empatía.
Preguntas frecuentes
Un tratamiento personalizado tiene en cuenta tu historia clínica, tus síntomas, tus pruebas y tu contexto emocional. Un plan cerrado parte de una estructura igual para todos, sin valorar si se ajusta a lo que tú realmente necesitas. En mi consulta, adapto cada paso a ti, no al revés.
No. Aunque existen test de aliento comerciales, su interpretación debe hacerse dentro de un proceso clínico completo y siempre con supervisión médica. Como nutricionista, nunca te enviaré un test sin una derivación o sin saber si realmente es necesario.
Depende del caso. Algunas personas mejoran en pocas semanas, otras necesitan varios ciclos de tratamiento. Pero lo importante no es el plazo, sino tratar el origen del problema. Por eso, no prometo curas exprés, sino procesos honestos y adaptados.
Puede reaparecer si no se ha tratado la causa que lo originó: alteraciones estructurales, disbiosis no resuelta, estrés crónico, etc. Por eso el diagnóstico diferencial es tan importante. No se trata solo de “borrar síntomas”, sino de entender por qué ocurre.
Pasa lo mejor: que no vamos a perder tiempo ni recursos en un tratamiento que no necesitas. Si tras la evaluación considero que no es SIBO o que debe intervenir otro profesional, te derivaré con total transparencia. La prioridad es tu salud.
Porque en un momento donde se venden tratamientos milagro como si fueran productos, defender la ética es cuidar tu confianza, tu salud y nuestra profesión. Yo no vendo soluciones cerradas. Yo acompaño procesos reales, con respeto y responsabilidad.
La búsqueda de respuestas sobre el manejo del SIBO a través de la alimentación es fundamental para mejorar la calidad de vida. Contar con la guía de un profesional en nutrición es esencial para abordar cada caso de manera individualizada.